The voice of the planet

Mapas empáticos frente a la crisis eco-social

Cuando cuidamos todo lo que nos rodea el tiempo pasa más despacio, es entonces cuando la arquitectura construye lo cotidiano.

Autores:
Mercedes Peña Martín y Hani Jaber Ávila

Como vientos del norte nos llegan voces de una nueva arquitectura bioclimática que reduce el gasto energético, pero arrastran la misma marcha económica. Su fin es seguir aumentando el consumo y la demanda en un planeta finito de recursos.

No nos estamos cuidando y el tiempo se precipita. Nuestras viviendas han perdido su razón de ser, el sistema capitalista las ha convertido en un producto de mercado, necesariamente innovador, hipertecnificado y exclusivamente concebido para su máximo beneficio económico.

Sin embargo, hay todavía otras casas, que no son objetos sino acciones y declaraciones que nos vinculan con lo que nos rodea desde una perspectiva ecológica, social y feminista. Esas a las que llamamos hogar

De la actual crisis eco-social nos urge la necesidad de un nuevo modo de habitar capaz de regenerar nuestro ecosistema y nuestra salud. Arquitecturas capaces de crear vínculos con el medio a través de la mirada, la escucha y el juego; creadas con y por las personas que las habitan, donde las arquitectas se convierten en especialistas técnicas, brújulas que nos acompañan con su experiencia en el proceso de pensar, sentir y construir el espacio donde desarrollar la vida. De esta manera abrir un lugar de posibilidad y de creatividad en el que nos volvamos constructoras respetuosas del paisaje al que pertenecemos.

mapas empaticos 1

Vivienda con estructura de fardos de paja

¿Cómo?

Dibujamos nuestro mundo a partir de un mapa, compuesto por 3 flujos entrelazados, sobre el que colocamos un calco.

Flujo O · Lo íntimo

Son nuestros cuerpos, células y órganos, pero también nuestras ideas, sentimientos, historias y realidades.

Para poder esbozar estos trazos, debemos darnos cuenta que nuestro imaginario ha sido bloqueado por unas anteojeras que solo permiten ver modelos impuestos, ofertados como casas, que deben ser además productos acabados, inmutables, con certificado de obsolescencia, inadaptables y no reutilizables. En ellas la vida se parametriza según afirmaciones genéricas que buscan la inmediatez como solución, donde toda casa debe tener habitaciones, (siempre una menos que los miembros de la familia), un salón, también un comedor y cocina; si es muy pequeña, que siempre suele serlo, se unifican salón-comedor-cocina en diferentes grados.

Dejemos que nos llueva, que nos cubra el cuerpo una tormenta de verano, que nos permita atisbar, que somos múltiples y diversas, que no todas vivimos igual, que no todas queremos vivir igual.

mapas empaticos 2

Vivienda con estructura de sacos de tierra compactada. ( STC )

Flujo I · Lo externo

Son las reglas del juego, pueden ser fijas como la matemática, física, topografía, climatología o geología; o variables como el tiempo, la geografía o la sociología.

Podemos tendernos una mano y aplicarlas desde lo colectivo, lo que en guaraní se conoce como Arandu ka´aty (sabiduría popular), el poder de reunión y debate (aty). Esta posición nos dirige la mirada a las múltiples sabidurías populares, dejando de asumir comportamientos que nos vienen dados por una convención.

Es nuestro turno de repensar la normalidad y buscar la manera de entender otras realidades de una forma que no éramos capaces de imaginar. Desde aquí la arquitectura empieza a entenderse como permacultura (cultura permanente) que proyecta sistemas de escucha respetuosa entre el territorio y sus pobladores.

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Vivienda autonconstruida de containers

Flujo IO – La acción.

Son las interacciones de los flujos, áreas relación e intercambio.

Las formas de habitar un lugar son infinitas (de lo íntimo al medio) Lejos de ser caprichos estéticos son la suma de las condiciones ambientales, sociales y culturales de cada región y tiempo, con las particularidades de los cuerpos, ideas y sentimientos de una misma.

Estas acciones no trabajan con fórmulas predefinidas y globalizadas; no son planos capaces de multiplicarse, sino mapas abiertos, con múltiples caminos, en el que diferentes estrategias de diseño y técnica (basadas en la experiencia, en el uso de materiales naturales y de proximidad) pueden dar estructuras concretas, mutables y capaces de ser gestionadas por sus habitantes.

Y es que esta idea de hacer arquitectura es atemporal porque tiene en cuenta la vida, el lugar, el contexto, el clima y la historia, con el fin de generar un espacio cálido que sirva de refugio a los afectos y a los cuidados. Siendo parte de un ecosistema resiliente y no de un sistema que nos lleva directas al colapso.

Mapas empaticos 6

Ilustración 5. Anna Lee Fisher (1984). (NASA)

 ‘¡Mira!’ Parecía decirle una voz a Anna Lee Fisher cuando a través de su escafandra miraba el planeta tierra, buscaba la ciudad por la que ayer mismo paseaba, pensaba en su casa, e imaginaba a sus hijos mirando al cielo. Anna estaba siendo consciente del mundo en el que vivía, generando un conocimiento global de la compleja realidad que componía su existencia y la de sus hijos.

 

mapas empaticos 5

Estructura geodésica de madera y tela.

Climática

 

cerrados los parques

reservas los campos

refugiadas

en metros cuadrados de aislamiento térmico

aunque ahora pinche

                                 – tu tranquila –

quizá mañana sean sábanas

                tranquilas sábanas al sol

murmullos de hojas

                        o una tarde sin reloj

 

foto mercedes

Autora:

Mercedes Peña Martín
Arquipóloga, arquitecta y antropóloga
Enamorada de un árbol, el lapacho. 

casas@omimo.eu

foto hani

Autor:

Hani Jaber Ávila
Arquitructurista (arquitecto y estructurista).
Papá con cámara, colores y deportivas.

casas@omimo.eu

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